Investigadores del Westmead Institute for Medical Research (Australia) han descubierto cómo la enfermedad del hígado graso se desarrolla en personas delgadas, ayudando al desarrollo de tratamientos potenciales para estos pacientes.
Esta enfermedad, caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado, afecta a una cuarta parte de la población mundial. Aunque comúnmente se desarrolla en personas con sobrepeso y obesas, muchos individuos con un índice de masa corporal de menos de 25 desarrollarán la enfermedad y tenderán a tener peores resultados en comparación con los pacientes obesos. «Los casos de enfermedad del hígado graso en delgados se consideran un poco misteriosos, ya que no sabemos cómo y por qué la enfermedad se desarrolla y progresa», comenta el líder del estudio, Jacob George.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Journal of Hepatology’, este equipo de investigación comparó el metabolismo, las bacterias intestinales y los perfiles genéticos de los pacientes con enfermedad del hígado graso delgados y no delgados para determinar los factores que contribuyen al desarrollo y progresión de la enfermedad.
Curiosamente, los pacientes delgados con hígado graso tienen un metabolismo muy distinto en comparación con los obesos, lo que «puede explicar algunas de las diferencias que se ven en la progresión de la enfermedad», según los investigadores.
En comparación con los pacientes obesos, los pacientes delgados tenían niveles más altos de ácidos biliares, que juegan un papel en la digestión de las grasas, y una proteína llamada factor de crecimiento de fibroblastos 19 (FGF19).
«Los ácidos biliares y el FGF19 aumentan el gasto de energía, lo que puede explicar por qué las personas delgadas con enfermedad hepática grasa se mantienen delgadas. Esto sugiere que los pacientes delgados con un hígado graso pueden tener un perfil ‘resistente a la obesidad’ y una mejor adaptación a una ingesta excesiva de calorías», comentan los científicos.
Sin embargo, este perfil favorable de los pacientes delgados no les protege de la acumulación de grasa hepática. «También identificamos cambios en particular en las bacterias intestinales y genes nuevos que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad del hígado graso en pacientes delgados. Por ejemplo, identificamos que una variante en el gen TM6SF2, previamente relacionada con la enfermedad del hígado graso, es más común en pacientes delgados», apunta George.
Como posible explicación de por qué afecta a delgados, los investigadores detallan que «los mecanismos metabólicos de adaptación en la enfermedad del hígado graso tienden a perderse en las últimas etapas de la enfermedad». «Esto podría explicar por qué estos pacientes tienen peores resultados de la enfermedad en comparación con sus contrapartes obesas», concluyen.