Un sistema de cámaras que se desliza y que luego puede girarse sobre sí mismo para utilizarse como cámara trasera o frontal. Esa es la gran apuesta de Samsung con el Galaxy A80, el nuevo teléfono de la familia de gama media de la compañía surcoreana, que fue presentado este miércoles en un evento simultáneo en Sao Paulo (Brasil), Milán (Italia) y Bangkok (Tailandia).
El set de cámaras giratorio y deslizante es, sin duda, uno de los aspectos más llamativos del teléfono con el que la firma surcoreana espera conquistar, sobre todo, a las audiencias jóvenes. Su sistema tiene un funcionamiento sencillo pero bastante interesante: el módulo emerge de la parte posterior desde el propio cuerpo del dispositivo. Una vez está afuera podrá girarse sobre sí mismo cuando se selecciona el modo selfie, lo que quiere decir que puede utilizarse como cámara trasera o frontal.
Este mecanismo para las cámaras es pensado también para beneficiar el diseño y el concepto de pantalla infinita que quiere ser promovido desde Samsung con el teléfono. De hecho, en esta ocasión el notch desaparece, las cámaras no están visibles en la parte delantera (se debe deslizar para acceder a ellas) y por lo tanto hay un panel totalmente limpio. El diseño curvado con bordes reducidos complementa el aspecto fino y elegante del dispositivo.
Su panel, con tecnología Super AMOLED New Infinity, es de 6,7 pulgadas con resolución FullHD+ de 2.400 x 1080 pixeles. El sensor de huellas también está ubicado bajo la pantalla, al igual que varios de los teléfonos de gama alta lanzados recientemente incluyendo los Galaxy S10 y S10+.