Petra Saviñón Ferreras
El Alfa es un exponente urbano, una palabra muy amplia que engloba a tantos géneros musicales y que ahora en el país parece destinada a describir solo a los cantantes de dembow y reggaeton
Es un joven salido de esas entrañas rítmicas de los barrios marginados que han parido tanto sonido, tanta armonía, con esa cadencia surgida de las carencias, pa seguir en rima, en las que un galón es una tambora y un guayo de cocinar es uno pa sacarle acordes y por ahí nos vamos
Entonces descubrió la música urbana, la que ta, la que guta y le dio pa lla y la pegó y gracias a esa “melodía” que lo popularizó entró a sitios que jamás imagino, supongo, le vendió su producto a jevitos con cuarto y le dieron un Soberano (aquí iría un aplauso)
Cuando estuvo plantado ahí en ese escenario, con su estatuilla en la mano llamó a promover los valores, a dar educación a nuestros hijos. Si hubiese visto el espectáculo, yo que soy más llorona que la de Rafael de España suelto mi lagrimita
Lloraba como una Magdalena con ese discurso y quedaba de ridícula conmigo misma, porque después de que oí su lírica, ayyy, su lírica, solo me quedó decir qué descaro el de este muchacho, qué manera de burlarnos
Entre sus defensores hay gente autodefinida progresista que lo describe como un producto social, una víctima de un sistema elitista que roba oportunidades a los de estratos más bajos, un ágrafo exponente de la cotidianidad y oigo y leo esas defensas y quedo boquiabierta
En ese grupo hay quienes de verdad piensan eso y otros que buscan vender esa idea a conveniencia. Pero en todos los casos, será que olvidan o ignoran que exponer o denunciar no es lo mismo que promover
Son verbos con significados distintos y promoción es lo que hace este cantante de la violencia, del sexo explícito, de la venta y consumo de drogas, de la cosificación de la mujer, del culto a lo material
Sus abanderados han dicho que esa “élite” que lo critica igual lo promueve porque sus hijos consumen esa música, pero ocurre que El alfa es ya también parte de una élite, de otra
De sea que ha subido con la impostura de su sello, una marca de lo que produce el arrabal, como si los barrios marginados fueran solo plomo, sexo, droga, culos al aire
Si fuera creyente dijera Válgame Dios pero como atea y sureña me llega una frase, qué pendejá
El joven está interesado en que esta sociedad tenga valores. Muy bien, ¿Cuál es su aporte para cambiar la realidad y la percepción que pesa sobre los sectores marginados como el suyo?
Que tan burlao del sistema pregonan algunos “urbanos”, sin darse cuenta de que el sistema los engulló o quizás lo saben pero les beneficia esa fagia.
Por tanto, si de alguien es víctima ese muchacho es de sí mismo, porque a juzgar por la manera en la que habló algo de materia gris posee y lo peor está consiente de cuál es el camino pero no lo toma ¿Porque este otro es el que le deja beneficios?