Calvin Klein anunció este miércoles que cerrará su marca de moda de alta costura para concentrarse en las líneas de consumo masivo, un viraje iniciado por su casa matriz, PVH.
«Puedo confirmar que la marca Calvin Klein 205W39NYC va a cerrar», indicó a la AFP una portavoz de Calvin Klein. Esa marca encarnaba el lujo en el seno de la casa creada en 1968.
Invitado habitual de la Fashion Week de Nueva York, Calvin Klein presentaba ahí cada temporada una colección de mayor gama que el resto de sus líneas «CK» y había decidido incluso, durante un tiempo, mostrarse ambicioso en ese mercado.
En ese sentido, en agosto de 2016, el grupo PVH había reclutado al creador belga Raf Simons, procedente de Dior, con el objetivo de reinventar la marca, que había evolucionado poco desde la salida de su fundador Calvin Klein, en 2002.
Nombrado director creativo, el diseñador había encadenado desfiles llenos de garbo, con colecciones de ruptura, mucho más sofisticadas y conceptuales que todo lo que había conocido Calvin Klein hasta el momento.
Pero las ventas no se concretaron y PVH decidió una nueva dirección para la marca, antes de que Simons, considerado uno de los más talentosos de su generación, abandonara la empresa a fines de diciembre.
El grupo, que controla también Tommy Hilfiger, ya había anunciado a inicio de año un viraje estratégico y el cambio de nombre de su marca Calvin Klein 205W39NYC, así como el cierre este año de su tienda emblemática, en avenida Madison, en Manhattan.
Pero finalmente decidió cerrar completamente con esa marca y, según el sitio especializado Women’s Wear Daily, eliminó 100 puestos de trabajo en Nueva York y Milán.
Sin embargo, la portavoz de Calvin Klein precisó a la AFP que la marca «se mantenía abierta a la idea de presentar sus colecciones en un amplio espectro de formatos, incluidos los desfiles».
En 2017, el conjunto de productos vendidos bajo la marca Calvin Klein, desde vestidos a perfumes, pasando por relojes y anteojos, representaron ventas por 9.100 millones de dólares.