La «spicy mami, hot tamale» Cardi B compite este domingo por cinco Grammys, que este año muestran más diversidad al menos en las principales categorías.
Cardi B busca el premio a mejor grabación por «I Like It», el seductor tema que unió a esta rapera del Bronx con sus raíces latinas (su padre es boricua y su madre trinitaria), y que grabó junto al puertorriqueño Bad Bunny y el colombiano J Balvin.
La edición 61 del premio más importante de la música abrirá con Balvin en el escenario como parte de un número con mucho condimento latino, en el que estarán Ricky Martin, Camila Cabello, J Balvin y el trompetista Arturo Sandoval.
Martin vuelve así al escenario del Grammy 20 años después de que presentara «La Copa de la Vida».
En ese entonces, la Academia de la Grabación de Estados Unidos prestaba muy poca atención a la música latina, que lentamente se viene abriendo más espacios.
Un ejemplo es la fiesta que se armó el año pasado con «Despacito», interpretada por Luis Fonsi y Daddy Yankee.
De cualquier forma serán las mujeres y el hip-hop los protagonistas de esta gala que regresa a Los Ángeles tras celebrar su 60 aniversario en Nueva York.
El rapero Kendrick Lamar, que ganó el premio Pulitzer por su álbum «DAMN», pero nunca un Grammy a mejor álbum, llega con ocho nominaciones por la banda sonora de la taquillera película «Pantera Negra», la primera del universo Marvel dedicada exclusivamente a un superhéroe negro.
El canadiense Drake compite por su parte en siete categorías.
Aunque el número de nominaciones no es garantía de nada. El año pasado, el magnate del rap Jay-Z llegó también con ocho nominaciones y terminó la noche con las manos vacías.
El resultado generó fuertes críticas. Incluso el arrasador triunfo de Bruno Mars y su retro funk encontró división entre expertos que consideraron que un trabajo más innovador fue ignorado.
En respuesta, la Academia amplió el número de nominados en las cuatro principales categorías de cuatro a ocho.
Fuente: AFP