Las dominicanas dedican al trabajo doméstico no remunerado 31,2 horas a la semana, 21,6 horas más que los hombres, según un estudio dado a conocer por el Ministerio de la Mujer y la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Esta diferencia «es una evidencia de las grandes desigualdades de género, en desventaja para las mujeres, en el desempeño de tareas que se realizan sin paga y sin reconocimiento social», de acuerdo con el estudio ‘Trabajo no remunerado en República Dominicana’, que contó con la asesoría de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), que aparece publicado en la web de la ONE.
El trabajo no remunerado en las mujeres presenta una curva que va en aumento desde la adolescencia y llega a su pico más alto en el rango de 25 a 45 años, a partir del cual vuelve a descender hasta la edad adulta mayor, agregó la investigación.
Aún, al llegar a los 75 años, las mujeres dedican un tiempo considerable a labores no remuneradas, de unas 17,5 horas a la semana.
La situación tiene un comportamiento inverso para el trabajo remunerado ya que, en promedio, los hombres dedican 37,1 horas semanales al trabajo remunerado, mientras que las mujeres dedican 19,5 horas.
La cantidad de horas que dedican las mujeres a labores no remuneradas dificulta su incorporación en el trabajo para el mercado, limitando su independencia económica, señala el estudio, realizado a partir de datos de la encuesta Enhogar 2016.
A pesar de lo difícil de conciliar ambos tipos de trabajo, en República Dominicana se aprecia un aumento en la cantidad mujeres que trabajan dentro y fuera del hogar.
Los datos también expresan la cantidad de horas en promedio que las personas emplean para trabajo total, donde las mujeres están dedicando 50,6 horas en promedio al trabajo total y los hombres 46,7 horas.
La investigación recoge una serie de recomendaciones, entre las que destacan la necesidad de realizar políticas y programas con el fin de transformar la cultura patriarcal a una más equitativa, desmontando los roles asignados tradicionalmente a hombres y mujeres y su distribución en igualdad de condiciones.
Fuente: EFE