Las plantas han desarrollado características específicas para atraer a las hormigas, para que propaguen sus semillas e incluso actúen como guardaespaldas.
Un nuevo estudio, publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ analiza la historia genética de 1.700 especies de hormigas y 10.000 géneros de plantas, y sus autores han encontrado que la larga historia de coevolución de hormigas y plantas comenzó con las hormigas alimentándose de las plantas y las plantas respondiendo más tarde desarrollando rasgos amigables con las hormigas.
«Mi interés principal es estudiar cómo han evolucionado las interacciones entre los organismos y cómo estas interacciones dan forma a su historia evolutiva. ¿Cuándo empezaron las hormigas a usar las plantas y cuándo empezaron a hacer las estructuras para que las hormigas las usaran?», dice el autor principal, Matt Nelsen, investigador postdoctoral del Museo Field de Historia Natural, en Chicago, Estados Unidos.
Según comenta Nelsen, que dirigió el estudio con investigadores y coautores del museo Rick Ree y Corrie Moreau, hay una serie de estructuras de plantas diferentes que son específicas para el uso de hormigas. «Algunas plantas han desarrollado características que persuaden a las hormigas para que las defiendan del ataque de otros insectos e incluso mamíferos –explica Nelsen–. Estas incluyen espinas huecas en las que las hormigas viven o néctar adicional en las hojas o tallos para que coman las hormigas. Algunas hormigas solo hacen trampa y toman el néctar y huyen, pero otras se quedarán y atacarán cualquier cosa que intente dañar la planta».
Otras plantas consiguen que sus hormigas les ayuden a mover sus semillas, sobornándolas con paquetes de alimentos ricos unidos a semillas llamadas elaiosomas. «La hormiga recogerá la semilla y se la llevará, se comerá el paquete de alimentos y desechará la semilla, a menudo en un área rica en nutrientes donde crecerá mejor, y como está más lejos de su progenitor, no competirán por los recursos», detalla.
Pero los científicos no estaban seguros de cómo comenzó la relación evolutiva entre las hormigas y las plantas. Si la evolución es una carrera de armamentos entre especies que desarrollan formas de beneficiarse de sus vecinos, entonces los científicos querían saber quién dio el primer disparo: las plantas o las hormigas. «Fue una pregunta de gallina o huevo, si las cosas comenzaron con el desarrollo de comportamientos de las hormigas para aprovechar las plantas o las plantas desarrollaron estructuras para aprovecharse las hormigas», dice Ree, conservadora de plantas en el Museo Field.
Fuente: Europa Press