La segunda economía más fuerte del mundo y gran potencia exportadora quiere ahora fomentar su imagen de país abierto al mundo e interesado en que las empresas vengan a China a ofrecer sus productos y servicios.
Reforzar la imagen de China como país abierto al mundo es el principal objetivo de la primera Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE) que se inaugura mañana lunes en la ciudad de Shanghái con unas 3.000 empresas de más de 130 países llamando a las puertas del gigante asiático.
El presidente chino, Xi Jinping, celebrará hoy un banquete con los jefes de Estado que han sido invitados al evento y pronunciará el lunes el discurso de apertura en el que, según asegura la prensa local, subrayará su compromiso de abrir su mercado más ampliamente y llenar sus tiendas con productos de todo el mundo.
Los primeros presidentes ya han comenzado a llegar a Shanghái, entre ellos el salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, y el dominicano, Danilo Medina, quien hoy realizó una visita al puerto automatizado de la ciudad para comprobar su funcionamiento, según informó la presidencia del país a través de la red social Twitter.
En las próximas horas está previsto que lleguen el mandatario panameño, Juan Carlos Varela, y el cubano, Miguel Díaz-Canel, quien hoy se encuentra de visita oficial en Corea del Norte, según informa la prensa cubana.
Esta será la primera visita del Díaz-Canel al país asiático, mientras que la participación en la Expo de los líderes de El Salvador, República Dominicana y Panamá es significativa porque los tres países decidieron recientemente entablar relaciones diplomáticas con China en detrimento de Taiwán.
Según informó el Gobierno chino, entre los participantes en el evento se encuentran también el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, y el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev.
Además, asistirán numerosos ministros y representantes de las organizaciones de comercio de cada país, así como miembros de organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y el Centro de Comercio Internacional.
Desde que Xi anunciara la Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE) en mayo de 2017, en el marco de un foro sobre su plan de las Nuevas Rutas de la Seda, no ha habido casi un solo acto público en el que no lo haya mencionado y presentado como el gran encuentro económico de los últimos años.
«La exposición de importaciones se considera un nuevo hito en la reforma y apertura de China al mundo exterior», dijo el secretario del Partido Comunista de Shanghái, Li Qiang, en declaraciones publicadas hoy por el diario local Shine.
La segunda economía más fuerte del mundo y gran potencia exportadora quiere ahora fomentar su imagen de país abierto al mundo e interesado en que las empresas vengan a China a ofrecer sus productos y servicios.
Lo hace en medio de una coyuntura global de creciente proteccionismo encabezada por el presidente estadounidense, Donald Trump, con quien China tiene abierta una guerra comercial con varios episodios de implementación de medidas arancelarias bidireccionales.
Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en la primera mitad de 2018 la inversión extranjera directa en China creció un 6 por ciento, hasta los 70.000 millones de dólares.
En el marco de la feria tendrá lugar también el Foro Internacional de Economía y Comercio de Hongqiao, con el lema «Desatando un nuevo vigor en el comercio mundial, creando un nuevo patrón para una cooperación abierta y beneficiosa para todos».
En él participarán como ponentes empresarios como el fundador de Microsoft, Bill Gates, o el de Alibaba, Jack Ma, así como representantes de instituciones financieras internacionales que discutirán sobre los principales retos fronterizos para el comercio y la economía mundial.
Para organizar el evento, que durará hasta el próximo día 10, el Gobierno local de la ciudad de Shanghái lleva meses de preparaciones, y durante mañana y pasado mañana se pondrán en marcha medidas especiales como el cierre de colegios, y de numerosas empresas y fábricas, para bajar los índices de contaminación y el tráfico.
Fuente: EFE