Redacción elDigital.com.do
Quien la bautizó con el sobrenombre de «La Guerrera», no se equivocó. Juliana O´Neal, sí que lo es. Esta merenguera ha sabido luchar contra su enfermedad de una forma tan valiente como ejemplarizadora.
Desde su adolescencia ha tenido complicaciones de salud. A los 12 años, mientras cursaba el octavo curso, le diagnosticaron un linfoma de hodgkin, etapa 3, en 2013, un cáncer de tiroides y, en 2017, un cáncer en el seno izquierdo.
Sin embargo, los infortunios de la vida no la detienen, mientras recibe tratamiento contra el cáncer de seno prepara su trabajo de tisis para graduarse, en noviembre, de licenciada en Mercadeo, en la Universidad del Caribe.
Además, tiene en agenda grabar nuevas canciones, volver a los escenarios, a mediados del 2019, dedicar más tiempo a su familia y, desea crear una fundación, para ayudar a la gente.
En seis frases, dichas por ella, a continuación, le resumimos a Juliana – la artista y ser humano- que cree con firmeza en la existencia de Dios, la que agradece con humildad y amor a su madre por la entrega y cuidados, la que ama con pasión su carrera y la que muestra siempre el rostro de la esperanza.
«Mi fe sigue ahí, los planes de Dios son mejores que los míos».
«Traten de ser felices, el estrés enferma, vivir una vida mecánica enferma.
«Yo entiendo que mi mamá ha sido todo. Muchas personas han sido ángeles, me han apoyado en muchos aspectos, incluso el económico, pero mi mamá ha sido todo. Mi mamá se ha tirado mi enfermedad, me trajo a vivir con ella. Mi mamá es todo y si yo estoy aquí hoy es por ella, no sólo porque me dio la vida, sino porque me ha ayudado a seguir viviendo».
«Si usted fue al médico y le dieron un diagnóstico no muy favorable la actitud es todo; yo lo he comprobado».
«No estoy dejando a un lado mi carrera, pero mis prioridades tienen otro norte. Cantar para mi es vida, cantar me libera»
«Escuchen su cuerpo, el cuerpo avisa, en la mayoría de los casos hay síntomas; por mínimos que sean, hay síntomas, le tenemos miedo a ir al médico y justamente ahí está el fallo. Hay que sacar tiempo, anticiparse. La fortuna que he tenido es que siempre me han descubierto el mal al inicio y me dan buen pronóstico».