Las afecciones van desde simples infecciones respiratorias agudas hasta algunas más graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que sólo suelen ser diagnosticadas a temprana edad
México.- En las comunidades indígenas, es cotidiano el uso de leña o carbón para cocinar, y en temporadas de frío como medios de calefacción, lo que conlleva graves riesgos de salud.
Asimismo, implica un fuerte impacto ambiental que se refleja en su entorno, al tener los pobladores que hacer un uso excesivo de los recursos forestales.
«Recordemos que (esa es) la cultura de la gente de las comunidades indígenas; cocinan con el típico fogón a ras de suelo, utilizando el carbón, utilizando también los recursos naturales como es la leña de la región», dijo hoy a Efe Cuauhtémoc Zapata Cabrera, coordinador de Salud Pública y Epidemiología de la Secretaria de Salud de Chiapas.
Las afecciones van desde simples infecciones respiratorias agudas hasta algunas más graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que sólo suelen ser diagnosticadas a temprana edad, ya que es necesario que se esté en contacto con el humo de la leña o el carbón «de forma permanente, de forma diaria, por mucho tiempo».
«¿Y dónde observamos la enfermedad pulmonar obstructiva crónica? Generalmente ya en etapas adultas, en pacientes mayores de 60, 65 años, o inclusive mayores de 70 años», expone Zapata Cabrera.
Señala que las autoridades en conjunto con otros organismos de México, han implementado estrategias y presentado alternativas para fomentar una cultura de transformación del uso de fogones tradicionales, que en muchos casos son al ras de suelo y abiertos, a alternativas que tengan menos impacto a la salud y el medioambiente.
Dichas alternativas han pasado por el uso del fogón elevado, con el que se reduce el riesgo de que menores de edad y adultos mayores sufran accidentes como quemaduras.
No obstante, esto no resuelve la problemática de salud por la emisión de contaminantes durante el proceso de combustión.
Por ello se puso en marcha la estufa ecológica, en cuya elaboración se usan materia prima y mano de obra de la misma comunidad.
«A diferencia del fogón en alto, esta estufa ecológica tenía el acondicionamiento para que todo el humo, todo el monóxido de carbono que genera la combustión, se liberara hacia el exterior de la vivienda», señaló Zapata Cabrera.
Por otra parte, una indígena perteneciente a una comunidad del estado de Chiapas Arcadia Álvarez Bautista, señala que a las mujeres desde pequeñas las enseñan a cocinar, hacer tortillas y utilizar el fuego.
Afirmó que tiene ocho años que usa un fogón «ahorrativo», el cual les conviene más porque al calentarse el ladrillo con el que está fabricado ya no es necesario usar más leña, además de que les beneficia en su salud porque ya no están cerca del humo, y de esa forma ella trabaja y cocina más contenta.
Señaló que antes, cuando utilizaban el fogón abierto y a ras de suelo se enfermaban mucho de la tos y gripe, además de que respiraban el humo todo el tiempo, su ropa olía a humo y ni lavándola con jabón podía quitarle el olor.
Álvarez Bautista dijo no todas las familias cuentan con este fogón «ahorrativo», por lo que muchas de ellas lo solicitan pero no obtienen respuesta.