A 90 años de su nacimiento repasamos la vida del pastor bautista que cambió el curso de la historia
Así empezaba su charla el predicador Martin Luther King con un grupo de jóvenes en Filadelfia el 26 de octubre de 1967. Para ese entonces su figura ya se había convertido en un emblema de las luchas por las libertades civiles.
Habían pasado ya tres años desde que el 2 de julio de 1964 el presidente Lyndon Johnson firmó la Ley de Derechos civiles prohibiendo la discriminación por raza.
El 5 de diciembre de 1955 Rosa Parks decidió seguir sentada en el bus y no cederle el asiento a un adulto blanco. Ocurrió en Montgomery, Alabama. Un año antes, en ese mismo estado, Luther King había sido ordenado pastor de la iglesia Bautista, y desde su prédica llamó a boicotear a las empresas de transporte.
Los negros en Montgomery representaban 44% de la población y 90% de los usuarios de los buses. Las empresas cedieron y se declaró ilegal la segregación racial en el sistema de transporte colectivo de la ciudad.
Estos hechos, sus famosos discursos, el premio Nobel de la Paz en 1964, las marchas multitudinarias contra la inequidad social y racial convirtieron al pastor en un referente mundial. Pero sobre todo, fueron sus gestos y conductas cotidianas a lo largo de su corta vida los que lo convirtieron en símbolo de la libertad en todo el mundo.
«Es muy importante en estos tiempos de tanta banalidad y cultura enlatada y de medios hegemónicos que determinan quiénes son los buenos y quiénes son los malos, rescatar la memoria de Martin luther King, cuando tantos medios se dedican a lavarlos, descafeinarlos, convertirlos en personas atemporales», dijo a Sputnik Joel Suárez, coordinador del Centro Martín Luther King en La Habana, Cuba.
Luther King descubrió «un sistema enfermo», donde no se podían «sentar juntos en una escuela blancos y negros», al tiempo que «mandaba a los negros pobres y los blancos pobres a morir en una guerra sin sentido, la guerra de Vietnam», agregó.
En 1968 un supremacista blanco asesinó al pastor de un disparo, pero lo convirtió en leyenda. Luther King había nacido en Atlanta, Georgia, el 15 de enero de 1929 como Michael King, igual que su padre, quien, encantado por la palabra del reformista protestante alemán Martín Lutero, se cambió el nombre y el de su hijo.