Redacción elDigital.com.do
Una vez más queda comprobado que la indiscreción se paga muy caro por los entornos de la corona inglesa. La reina Isabel II retiró la confianza y prescindió de los servicios de la firma Rigby & Peller, que por décadas se encargó de diseñar sus sujetadores y prendas íntimas , porque la ex propietaria June Kenton, de 82 años de edad, reveló en sus memorias algunas anécdotas que no le gustaron para nada a la Madre Reina.
Que la soberana se prueba los sujetadores delante de los corgis, sus perros que siempre la acompañan a todas partes y que accedía al palacio de Buckingham a través de “una entrada cochambrosa ubicada en el sótano”, destacan entre las revelaciones que se dice Kenton realizó.
Como Rigby & Peller era la firma de lencería de confianza de la reina y tomando en cuenta el poder e influencia de esta soberana inglesa, de seguro, esto repercutirá en sus ventas.
“Me entritece que al Palacio de Buckingham le haya ofendido mi historia: es una historia amable sobre lo que sucedió en mi vida”, dijo Kenton a la BBC. “Solo dije que estuve allí, no lo que pasó. Nunca, nunca he hablado sobre lo que hacía allí con ella, ni con la Reina Madre o la Princesa Margarita”, aseguró.
Hace años Kenton vendió sus acciones de la empresa, sin embargo, la implacable reina no reparó en esta fuerte razón y, no dudó, en retirarle a la firma el sello real.